Luego de una brillante carrera de 66 peleas y de generar millones de dólares, el boxeador filipino Manny Pacquiao aseguró que la del sábado fue su última pelea, aunque tras lo visto demostró que tiene con qué seguir en el pugilismo de paga.
"Yo le prometí a mi familia que pasaría más tiempo con ellos. Me quiero retirar porque la gente de Filipinas me necesita", dijo el asiático luego de vencer la noche del sábado al estadounidense Timothy Bradley en la MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.
Cuestionado de forma insistente sobre su retiro y un posible regreso a los cuadriláteros, reiteró que se va por la promesa a su familia, aunque dejó abierta la puerta para ponerse nuevamente los guantes y subirse al ring.
"Mi corazón está 50-50 (sobre el retiro)", comentó el "Pacman", quien reveló que en su pelea con Bradley se sintió cómodo, "me sentí bien, como en 2001 cuando empecé a pelear en América, creo que puedo dar buenas peleas".
El pugilista, agradecido con su equipo, aficionados, familia, con Top Rank y con el promotor Bob Arum, pidió que lo dejen disfrutar del retiro, "no sé si vaya a querer regresar en algún momento", feliz de todo lo realizado en su carrera en la que conquistó títulos en ocho categorías diferentes.