¡Increíble pero cierto! No cabe duda que las polémicas arbitrales se dan en todos lados. Y es que corría el minuto 65 del duelo entre el Osmanlispor y Rizespor de la Jornada 16 de la Liga de Turquía, cuando el silbante Cüneyt Cakir marcó un penal porque el portero local tocó la pelota con la mano.
Ni el silbante asistente pudo aclarar que se trataba del portero del Osmanlispor por lo que se cobró la pena máxima, misma que pudo atajar Zydrunas Karcemarskas.