Especialistas en espeleología han identificado por lo menos 150 cenotes y cuevas que han sido absorbidos por el crecimiento urbano de Mérida, algunos de los cuales resienten los efectos de la contaminación y el vandalismo.
El investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) Carlos Hevia Cervantes indicó que si bien existen leyes y reglamentos que buscan conservar ese tipo de sitios, no hay en los hechos un programa de vigilancia.
Destacó que por fortuna, muchos de los cenotes más importantes del municipio están bajo resguardo del Gobierno federal, como el caso del ubicado en la zona arqueológica de Dzibilchantún y el denominado "Pikit-Be", en los terrenos del Aeropuerto Internacional de Mérida.
Comentó que es muy probable que existan más cenotes y cuevas de las 150 que han logrado identificarse, muchas de las cuales aún están por descubrirse y otras que se desconoce de su existencia porque están dentro de predios particulares.
"Desafortunadamente, muchas de las cuevas y cenotes que están en predios particulares, no son reportados por sus dueños y éstos no permiten el acceso a especialistas, ya que los usan como sitios para depósitos de aguas negras", finalizó.