Tras los hechos violentos ocurridos la mañana del jueves, que dejaron 49 muertos y 12 heridos, autoridades estatales revisaron a fondo el estado que guarda la operatividad al interior del reclusorio, ubicado al noroeste de Monterrey.
"Fuerza Civil asumió el control total del centro penitenciario y puso fin al autogobierno que ejercían líderes del crimen organizado en complicidad con algunas autoridades", indicó el Gobierno estatal.
También informó que el cobro de piso, el tráfico de drogas y los privilegios se acabaron en el penal del Topo Chico.
Los familiares ya pudieron entrar a visitar a los internos.