En Purísima del Rincón, Guanajuato, el tiempo, el ranchero, la narizona y el diablo mayor son los personajes a los que se les hacen máscaras de madera de árbol de colorín, para la representación de la muerte de Cristo o la Judea.
La tradición de hacer estas artesanías inició hace 143 años, de la mano de uno de los pintores más apreciados del arte mexicano del siglo XIX, originario de este mismo sitio.
De septiembre a la fecha son elaboradas alrededor de 300 mascaras, que son utilizadas por los participantes para la representación del ahorcamiento de Judas, que se llevará a cabo este viernes.