El Laboratorio de Bioingeniería de la Universidad de Colima (Ucol) creó mediante bacterias modificadas un bioplástico que no presenta características patógenas, el cual se puede utilizar en la industria biomédica.
El proyecto de la doctora Sara Centeno Leija usa la ingeniería metabólica para transformar la bacteria Escherichia coli a fin de sobreproducir polihidroxibutirato, un bioplástico biodegradable que compite con los derivados del petróleo.
"Actualmente estoy trabajando en esa ingeniería (metabólica). Estamos aplicando técnicas moleculares a una cepa que es Escherichia coli, específicamente la MG1655, que no es patógena y que es ampliamente usada en bioingeniería". Sara Centeno Leija
La doctora destacó que la investigación presenta varias ventajas, como ofrecer mejores rendimientos en la purificación del plástico, lo que reduce de manera significativa los pasos para el proceso de síntesis en su aplicación a nivel biomédico.