Más allá de garantizar que los menores de edad tengan acceso a las tecnologías de la comunicación y la información, la carta magna de la Ciudad de México debe proteger sus datos personales, sostuvo el presidente de la Comisión de Derechos de la Niñez en la Cámara de Diputados, Jesús Valencia Guzmán.
Consideró que el constituyente capitalino tiene que dar protección especial a los datos personales de niños, niñas y adolescentes, a fin de asegurar su intimidad y evitar que sean presa de "grooming", "cyberbullying" o "sexting", ya que son los menos conscientes de los riesgos y consecuencias al navegar en internet y en redes sociales.
El Dato
- En México el 70.2% de la población entre 6 y 17 años usa internet, según una encuesta del INEGI.
- La Asociación Mexicana de Internet advirtió que los mexicanos pasan conectados en promedio siete horas con 14 minutos al día, principalmente en redes sociales.
- El 70% de los adolescentes oculta a sus padres lo que hacen en la red de redes.
El riego que corren los niños en Internet
Según la Asociación Mexicana de Internet los pederastas tardan únicamente 12 minutos en contactar a sus víctimas por internet, haciéndolas desnudar o ver pornografía.
El 12% de los menores que contactan a un extraño en la web se reúne con éste en la vida real.
Por ello el legislador perredista enfatizó que en la carta magna de la Ciudad de México se deben tipificar las nuevas conductas inadecuadas que se llevan a cabo en el ciberespacio, las cuáles no están catalogadas como delito; así como establecer un marco estratégico de protección de los datos personales de los menores.
¿Qué es grooming, cyberbullying o sexting?
- El cyberbullying es cuando un menor de edad recibe por medios electrónicos y teléfonos celulares amenazas, acoso, humillación por otro menor o un grupo de ellos.
- El sexting es el envío de contenidos eróticos por medio de celulares.
- El gromming son acciones hechas por un adulto para ganarse la confianza de un menor de edad, con el objetivo de obtener imágenes pornográficas y como preparación para un posible abuso sexual.